Con caras preocupadas, otras de enojo, unas más de semblante indescriptible, pero con mucha decisión, hombres y mujeres de la colonia Jacinto Canek ubicada al sur de Mérida, trabajan ardua y organizadamente en faenas para mejorar las condiciones materiales en las que viven desde hace más de 14 años; todos los días deben transitar por calles pedregosas y oscuras para ir al trabajo, para llevar a sus hijos a la escuela o para acudir al hospital o tan sólo para hacer sus sencillas compras. La colonia contigua, tampoco posee escuelas y la avenida principal en la que tomarán el transporte urbano se encuentra aproximadamente a dos kilómetros.
La colonia Jacinto Canek es una de tantas colonias olvidadas en el sur de Mérida, donde el desarrollo no llega, de esas de las que los funcionarios en turno ignoran y que únicamente cobran importancia en tiempos electorales como los que vivimos.
La colonia carece de energía eléctrica, agua potable y ya ni hablar de la pavimentación y alumbrado de las calles o de los servicios educativos y de salud; auxiliados de machetes, motosierra, pico y pala han abierto calles y cuando sus recursos económicos lo han permitido han metido maquinaria para hacerlas transitables. Pero su lucha no ha parado ahí, de la mano del Movimiento Antorchista han logrado algunas tomas públicas de agua potable y gestionado los servicios básicos a fin de que hagan más humana la vida de quienes viven ahí.
Y no es que el asentamiento sea irregular, desde el 2014, una parte considerable de los colonos pagó la regularización de sus lotes, de los que por cierto siguen careciendo de escritura pública porque el predio se ubica en lo que era conocida como “zona de traslape” entre los municipios de Kanasín y Mérida, por lo que de la dotación de servicios ningún municipio se hacía responsable, sin embargo, en enero de 2019, el Congreso del Estado aprobó que pertenecía al municipio de Mérida, cinco años después de tan gran acontecimiento, las carencias siguen siendo las mismas, pues escasamente se ha avanzado.
La colonia Jacinto Canek es una de tantas colonias olvidadas en el sur de Mérida, donde el desarrollo no llega, de esas de las que los funcionarios en turno ignoran y que únicamente cobran importancia en tiempos electorales como los que vivimos.
De acuerdo al Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2024 de la Secretaría de Bienestar, Mérida tiene un rezago muy bajo, pero al analizar los rubros de vivienda, servicios públicos en los hogares, agua potable, luz eléctrica vemos que las familias de la capital sí padecen rezago, a pesar que se diga que se ha invertido o se designan recursos, en los hechos, las carencias en muchas colonias existen.
El mismo informe señala que la carencia social en 2020, en acceso a los servicios básicos en la vivienda, Mérida cuenta con 82 mil 68 personas que viven sin acceso a estos, mientras que en la calidad y espacios de la vivienda son 44 mil 999 personas.
A pesar de que se divida en pobreza, pobreza moderada, pobreza extrema, sigue siendo lo mismo, pobreza, y en la capital del estado existe pobreza; miles de familias viven en condiciones infrahumanas y de precariedad, a pesar de que se intente ocultar dando una vista agradable al centro de Mérida y una zona Norte de gran confort para el turismo; los meridanos sabemos que en la periferia, sobre todo en el Sur, existen cinturones de pobreza a pesar de que los gobernantes los ignoren y no hablen de ello.
La hermosa Mérida, la reina de Yucatán y flor del Mayab, que se vende a propios y a extraños, lo es por supuesto, pero no puede ser generosa con todos sus hijos. En este municipio existen 241 mil 515 personas en pobreza, 213 mil 943 en pobreza moderada y 27 mil 572 en pobreza extrema; es decir, miles de familias viven al día y carecen de vivienda digna, de servicios, de infraestructura indispensables para una vida humana y digna, porque, aunque se invierte en Mérida, no se hace en las zonas que más lo necesitan sino en los que más dividendos económicos proporcionan.
Por ejemplo, la inversión de recursos en obras como la introducción de agua potable, en 2022, de acuerdo con datos de la Secretaría del Bienestar, sólo tuvo una distribución porcentual de los recursos de 1.5 por ciento, drenaje y letrinas 5.2 por ciento, electrificación el 10.3 por ciento y un dato preliminar del 2023 de 2.5 por ciento.
Como vemos, en Mérida no se invierte en el desarrollo de las colonias populares más necesitadas, sino en áreas recreativas como el Gran Parque de la Plancha o el de la Plaza Grande, donde el primero tuvo una inversión de mil 300 millones de pesos y el segundo, de 137.5 millones de pesos, o en el moderno transporte urbano “Va y ven”, el Ie-Tram, que, pese a su comodidad, deja endeudados a todos los yucatecos y es más caro. Bien harían las autoridades en turno y las venideras, que cuando menos un sensible porcentaje del costo de estas obras se destinaran a resolver la introducción de servicios básicos en colonias como la Jacinto Canek, pues como ésta hay muchas.
Mientras tanto, hombres y mujeres que militamos en el Movimiento Antorchista, seguiremos unidos y de manera organizada y enérgica, seguiremos exigiendo se resuelvan las demandas de electrificación, introducción y agua potable, vivienda y pavimentación de calles en nuestras colonias, a esos gobernantes, esos que ahora nuevamente en este proceso electoral, prometen acabar con la desigualdad y pobreza en que viven miles de familias yucatecas. Obviamente, nosotros que los conocemos, razonemos nuestro voto. Queremos una Mérida más bondadosa y equitativa con todos sus ciudadanos.
Compañeros antorchistas, yucatecos, la solución la tenemos en nuestras manos, organicémonos y formemos un partido que aglutine a las grandes mayorías, luchemos por cambiar esta situación que lacera a los más pobres, a los más desvalidos, hace falta que el pueblo tome conciencia, y organizado, tome el poder político de nuestro país, porque quienes ahora lo detentan, quienes nos gobiernan, solamente lo usan para su beneficio. El pueblo es el único que puede liberarse de sus propias cadenas y labrarse un futuro más luminoso.
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